Editorial
La publicación del primer número del Journal for Artistic Research (JAR) se produce en un momento en que la expresión “investigación artística” deviene ubicua. Para algunxs, particularmente en contextos institucionales, este momento representa un logro en la medida en que la producción de objetos, eventos o conceptos comienza a perder asidero en virtud de los requerimientos intelectuales y procesuales menos tangibles de las prácticas artísticas. Para otrxs, este momento es visto de manera menos favorable y representa una erosión para la presunta autonomía y eficacia del arte. El argumento es que con “investigación”, los intereses políticos y burocráticos han enclavado un término nuevo y foráneo a través del cual les es posible operar. “Investigación artística”, sin embargo, no es sólo una variante de la “práctica”. Tampoco se alinea per se en las agendas políticas dominantes. Es un término cuya definición ha estado, y aún lo está, en suspensión.
No conocer qué es exactamente la investigación artística, resulta, no obstante, en algo positivo por diversas razones. En primer lugar, nos recuerda su carácter transdisciplinar, lo que dificulta predecir dónde y bajo qué circunstancias tal actividad puede ser emplazada. Sumado a esto, sugiere una dimensión de apertura institucional dentro de la esfera académica y de ésta con sectores no-académicos. En segundo lugar, enfatiza su carácter transpersonal, lo que aplica no sólo a su discurso en el espacio de la comunidad de la práctica sino también a su relación con materiales, formas y contextos. En tercer lugar, pone de relieve su naturaleza transformadora al hacer que la experiencia de un cambio respecto de la producción de conocimiento sea tenida en cuenta, aun si el modo en el que el cambio se produce permanece indefinido. Y finalmente, plantea un desafío artístico e intelectual puesto que, debido a la falta de métodos y criterios, ningún andamiaje externo podría reemplazar el trabajo que se requiere para informar a lxs otrxs cómo la investigación fue llevada a cabo en una propuesta dada.
Este último punto describe el marco conceptual y quizás el requisito más importante a la hora de publicar en JAR, donde lo que comúnmente se denomina “artículo académico” aquí se lo llama “exposición”. Esta elección terminológica indica que una contribución para la revista debe exponer como investigación aquello que se trabaja usando el marco tecnológico puesto a disposición por el Research Catalogue. Dependiendo del campo desde el que se opere, la palabra “exposición” no siempre es idónea. Por esta razón, alentamos a que no sólo se exponga la práctica como investigación sino que también se ponga en escena, se accione, se cure, se traduzca, se despliegue o se reflexione acerca de la práctica en tanto investigación. El descriptor escogido es menos importante que el desdoblamiento que la exposición supone, el cual crea una distancia respecto de la práctica a través de la cual la comprensión puede operar.
Las exposiciones, entendidas en este sentido, se amoldan perfectamente bien a los requerimientos académicos, en la medida que cierta forma de escritura (o “teoría”) debe acoplar la “práctica”, que de por sí muy a menudo no califica como investigación. A pesar de ser funcional, el modelo práctico-teórico, expresado en nociones tales como “practice-based’ (basado en la práctica) o “practice-led” (orientado a la práctica), es altamente limitante dado que la forma que una exposición puede tomar está prescripta y muy a menudo modelada a partir de las metodologías de escritura de las humanidades o los estudios culturales. También supone un abordaje de la construcción del conocimiento bastante simplista el cual pasa de la experiencia a un conocimiento que en sí mismo no está influenciado por la experiencia. Extendiendo radicalmente el modelo académico tradicional, JAR propone una suerte de distancia o desdoblamiento que ponga a la investigación en perspectiva al tiempo que rechaza categóricamente una definición acerca de cómo tal procedimiento reflexivo puede tener lugar en el contexto de la revista. De hecho, más allá de la revista, hemos comenzado a investigar cómo el modelo de las “exposiciones “podría funcionar dentro de otros canales, o sea en el marco de una performance, una exhibición o una interpretación, las cuales, más que reemplazar a JAR, la amplifican.
El paso de la tradición académica a otros modos de escritura (que pueden o no ser “creativos” y que pueden o no usar el texto como formato privilegiado) —hacia lo cual JAR se orienta— también pone el foco en que, en parte, el uso del término “investigación “ puede resultar incompatible en contextos artísticos y académicos. Siendo un término problemático, es preciso señalar que nadie tiene el monopolio de la “investigación” y es difícil ver por qué una línea es trazada a partir de nociones tales como las de “teoría”, excluyendo así un rango amplio de prácticas investigativas, si esto no fuera por razones pragmáticas de evaluación y valoración. JAR es académica en virtud de que, entre otras cosas, busca evaluar y hacer una valoración de la investigación a través de estructuras de revisión por pares. Rechaza el tradicional pragmatismo académico al no prescribir formatos particulares y, de esta forma, incluye todas las posibles maneras a través de las cuales la práctica pueda ser expuesta como investigación, en la medida en que sea consistente y la potencie.
El primer número de JAR no fue revisado por pares de manera formal. Experimentamos, no obstante, con un proceso de revisión por pares informal a fin de aprender y de guiar a lxs futurxs colaboradorxs y revisorxs. La revisión por pares es y seguirá siendo uno de los más difíciles y promisorios aspectos de JAR dado que pondrá en evidencia que la investigación puede ser evaluada al tiempo que el abordaje artístico permanecerá abierto. JAR es un experimento que busca demostrar, en cada caso particular, que el hecho de dar a lxs investigadorxs la responsabilidad de definir —artísticamente— cómo la investigación fue exactamente llevada a cabo a través de las exposiciones, es perfectamente verosímil.
Es evidente que este experimento requiere un trabajo suplementario para lxs autorxs, revisorxs y lectorxs. Lo que tal vez es menos evidente es la gran cantidad de trabajo de infraestructura que hemos invertido, en colaboración con el proyecto Research Catalogue (RC), con el objeto de desarrollar y hacer funcional su software. RC no es una simple colección de páginas web o pdf en línea. Es un sofisticado repositorio, con un diseño de interfaz que permite alojar, almacenar y compartir material de cara a un emplazamiento expositivo en la página web. De hecho, llamamos “tejidos” a aquellas páginas que despliegan una exposición porque, a través de ellas, el material se entrama para poner de relieve lo que se presenta como investigación. Y lo que es más importante, esto la enriquece, sin por ello excluir las formas tradicionales de escritura académica, las que podrían ser igualmente idóneas para los propósitos expositivos. Este enriquecimiento, de hecho, presta su “e” a lo que hoy en día llamamos “investigación electrónica” (‘e- research’). Siendo más que solamente “electrónica”, la e-investigación propone vincular, no sólo a los investigadores con las comunidades, sino también con su presentación —útil pero también potencialmente dinámica e interactiva.
Aunque continuaremos desarrollando RC, éste siempre será limitado. Primero, nuestro deseo de sostener RC de cara al futuro significa que deberemos ser conservadorxs con las tecnologías y los formatos de archivo que usamos y a los cuales damos cabida. En segundo lugar, y quizás de mayor relevancia, una página web jamás reemplazará la experiencia de escuchar, por ejemplo, un trabajo dado con gente real. RC, y con éste JAR, tiene en claro que sólo puede operar con documentaciones y que cualquier intento de mostrar la “cosa real” tendrá un resultado ciertamente decepcionante. Más que culpar a RC, pedimos a lxs autorxs que acepten el desafío como lo harían en un espacio de exhibición con limitaciones o con producciones sujetas a restricciones comerciales, a fin de poder expresar lo que es esencial para la investigación a través de formatos que pueden ser considerados como secundarios. Después de todo, cualquier artículo de revista no constituye una investigación sino una (re)presentación de la práctica deliberadamente creada dentro de un formato restringido.
Espero que todo esto pueda comunicar el proceso continuo que es JAR. Gracias a lxs miembrxs de la Society for Artistic Research (SAR), quienes depositaron su confianza y fondos sin retorno garantizado, hemos sido capaces de embarcarnos en esta travesía (para la que, por cierto, aún necesitamos apoyo). En discusiones con representantes y miembrxs de SAR, socixs del proyecto RC, editorxs, revisorxs y artistxs, hemos sido capaces de proponer una posible forma para JAR en este número inaugural. Estoy seguro que JAR0 será el comienzo de un debate mayor respecto de cómo la práctica puede ser mejor expuesta como investigación.
Para este número inaugural, se formó un Comité Editorial relativamente grande, con editorxs de formaciones diversas. Juntxs elaboramos una lista de potenciales colaboradores, intentando a su vez demostrar diversidad e inclusión. Naturalmente, no todos los campos profesionales y socio-culturales pudieron ser cubiertos pero esperamos que la combinación de artistxs de mediana carrera con doctorandos, de investigadorxs europexs con no-europexs, de “hacedorxs” con “pensadorxs” pueda inspirar a encontrar en JAR un hogar natural para la publicación de sus investigaciones. Especialmente, cuando se presta atención a los diferentes modos expositivos que lxs diferentes colaboradorxs de JAR0 han escogido, estoy seguro que un nuevo panorama emergerá el cual, más que focalizar en las deficiencias de este nuevo medio, permitirá a lxs lectorxs experimentar el abordaje distintivo, propio y a menudo audaz a partir del cual los proyectos de investigación pueden comunicarse.
En este proceso de creación de este número introductorio, todos nosotrxs —editorxs e investigadorxs— tuvimos que aprender en un corto período (y mientras RC estaba aún en desarrollo) qué podían ser realmente las exposiciones y cómo las estrategias de exposición funcionaban o fallaban. Para mí, una de las observaciones más sorprendentes fue que la adaptación de materiales originalmente pensados para otras formas de publicación hacía que fuera más duro para lxs artistxs encontrar coherencia para su exposición. En tanto, si el material era creado de acuerdo a lo que RC podía ofrecer técnicamente, nuevas conexiones podían hacerse, las que muchas veces demostraban ser muy valiosas. Esto representa una transformación respecto de lo que la “escritura” en el contexto de la investigación artística puede ser —y estoy seguro que experimentarán lo mismo respecto de su lectura. Una segunda y quizás menos sorprendente observación fue la necesidad de un soporte multimedia, especialmente video. Después de haber trabajado con RC y diversxs artistxs en relación a las exposiciones, fue claro que las publicaciones sobre la investigación artística sin soporte de medios complementarios son cosas del pasado, que pueden funcionar para algunxs pero de ninguna manera para todo el mundo. Y finalmente, quizás sorprendentemente, hemos aprendido que no puede esperarse que lxs artistxs sean diseñadorxs y que, en consecuencia, es necesario desarrollar por completo un conjunto de habilidades para pensar a través del diseño las implicancias que la escritura de una exposición supone. Algunxs de lxs colaboradorxs de JAR0 pedían consejo a diseñadorxs profesionales y otrxs no. Mientras que admitimos que un proceso de diseño complementario y externo puede hacer que una exposición luzca mejor, no creemos que la mejore sustancialmente, lo que nos lleva a aceptar lo que podría denominarse “borradores de diseño”.
Con el lanzamiento de JAR, invitamos a ustedes a experimentar, en tanto lectorxs, exposiciones de investigación artística. No obstante, RC en breve estará pronto a aceptar contribuciones a JAR, o incluso exposiciones que no pasen por un proceso de revisión por pares. JAR es parte de una plataforma en red de difusión y publicación de la investigación artística y alentamos a lxs investigadorxs artísticxs que se sumen y que experimenten lo que la exposición-escritura puede significar.
En nombre del Comité Editorial, quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer por la calidad de sus investigaciones, así como por su compromiso y paciencia, a todxs lxs artistxs que accedieron amablemente a publicar en este número de JAR. No sólo les hemos pedido que lidien con las nuevas y escasamente definidas demandas para las exposiciones, sino también con obstáculos técnicos y plazos imposibles. Gracias por su confianza y apoyo.
Michael Schwab
Editor-jefe