Editorial
Evaluar nuevos conocimientos que emergen de las exposiciones de las prácticas en tanto investigación otorga una suerte de responsabilidad particular a lxs revisorxs (así como a lxs editorxs y, en consecuencia, a lxs lectorxs) que va más allá de un simple ejercicio de competencias. Mientras que las competencias de unx revisorx pueden decirnos qué elementos de la contribución son abordados desde un campo particular, otras veces es indudablemente más difícil evaluar las partes más interesantes e innovadoras, pues estas son desviaciones respecto del campo en el que lx revisorx es expertx. Naturalmente, es a menudo posible re-enlazar las innovaciones con conocimientos ya existentes. Por ejemplo, considerando a los métodos más que a sus resultadosaunque este abordaje sólo ayuda en ciertos casos. Específicamente, esto sucede en el contexto de las prácticas artísticas donde incluso los elementos metodológicos de una práctica pueden no equivaler a un método o donde el grado de transdisciplinariedad requiere una visión menos disciplinar.
Es por esta razón que la revista JAR, desde sus comienzos, ha sido escéptica respecto del criterio que debe ser utilizado en el proceso de revisión (ver, por ejemplo, mi editorial JAR1). Desde incluso JAR3 hemos estado tratando de obtener respuestas en relación a lo que más arriba denominé ‘desviaciones’, preguntándole primero a lxs revisorxs qué encuentran de interesante o relevante en una contribución (pregunta 1 del formulario de revisión por pares) y luego si una contribución alcanza o no su potencial (pregunta 2 del formulario de revisión por pares). En su conjunto, las respuestas a estas preguntas ayudan a entender cuestiones más allá de los conocimientos dados o de las direcciones que podrían desplegarse. En un primer momento, creo, es el reconocimiento del potencial de una contribución lo que genera entusiasmo; en un nivel casi secundario es cómo se alcanza y si se alcanza el potencial lo que sostiene el entusiasmo a través del resto de la revisión, o si se abre un espacio para la crítica.
Cualquiera sea la forma que su evaluación asuma acerca del interés y del potencial, lxs revisorxs pueden aún responder a estas preguntas en tanto ‘expertxs’. Pero, ¿cómo debería unx conceptualizar aquellos casos en los que la exposicionalidad de una contribución aleja a lx lectorx de su terreno, transportándolx a un sitio diferente de las prácticas propias de lx autorx? Aquí, a lx revisorx se le pide que juzgue en un territorio más foráneo, un espacio doblemente distante del lugar dónde las competencias de lx revisorx están ancladas. Mientras que es habitual para lxs revisorxs potenciales declinar nuestra invitación a revisar una contribución si no se sienten afínes a ella, a otro nivel hay a menudo algo ‘extraño’ aun en las contribuciones en las que unx revisxr se siente calificado para evaluar. Comprometerse críticamente con estos aspectos, en lugar de excluirlos de la revisión, requiere quizás una actitud diferente en la que lx revisxr es mucho menos un expertx y más uxn par, y donde más allá del ejercicio de sus competencias, un tiempo y un espacio comunes se integran dentro de los cuales puede suceder lo que podría llamarse una ‘solidaridad epistémica’.
La ‘solidaridad epistémica’ no está tan enfocada en las acciones de grupos de personas o en identificaciones compartidas en relación a un principio superior (tales como arte o conocimiento). En el contexto de un proceso de revisión simple-ciego la solidaridad epistémica es más un proceso local, efímero e imaginario por el cual unx par puede relacionarse con el esfuerzo de otrx par por entender, respaldándose en su propio conocimiento y experiencia. Esta empatía tiene lugar de tal manera que el potencial, que no está anclado—o al menos, no completamente enraízado—en su conocimiento especializado, deviene tangible. Así, la calidad de exposicionalidad tiene como objetivo hacer posible que lxs expertxs incorporen los registros no- especializados, evitando que descarten o rechacen aspectos de la contribución que se apartan de su campo particular. Quisiera pensar que esta decisión no es tomada con levedad y que las competencias siguen siendo el control de acceso para este punto en el que tiene lugar la transformación de unx especialista en par. Por detrás de esto, no obstante, diversas visiones y relaciones de orden diferente son posibles.
Sin la posibilidad de tales momentos locales y efímeros, la revisión por pares nunca sería permeable a ‘desplazarse’ de los espacios seguros del conocimiento y nunca asumiría riesgos respecto de lo que es realmente relevante en las prácticas personales y específicas—así como en el potencial que de ellas se deriva—, lo que haría que éstas quedaran virtualmente excluidas en la revisión. Cuando asistimos a la solidaridad epistémica en un formulario de revisión que ya fue completado, nosotrxs, generalmente, vemos la escritura de lx revisrx. Cuando esto sucede y cuando lxs revisorxs ofrecen sus propias conexiones con lo que les fue revelado, hay un sentido de riqueza—no sólo en términos de cantidad de palabras. Como testigxs de ello, estamos a menudo sorprendidxs por el compromiso que nuestrxs revisorxs ofrecen, al punto que a veces es como si leyéramos secciones de una carta anónima a unx amigx. Es de alguna manera extraño pensar que el anonimato de un proceso académico de revisión por pares no sólo no despersonaliza sino que además fortalece los afectos personales.
En este editorial, intenté describir la necesidad de espacios de desviaciones en la revisión por pares y también en las políticas editoriales. Recientemente, las desviaciones de las que fuimos testigxs mientras editábamos el número 19 de JAR han sido particularmente relevantes ya que comenzamos a aceptar contribuciones en un número limitado de lenguas diferentes al inglés, que potencialmente representan prácticas y contextos más diversos de los que estábamos acostumbradxs. Pareciera que la diversidad no es tanto un fin como un hecho en cualquiera de las escalas que lo abordemos; no obstante, los compromisos que necesitan producirse para asegurar que diversas prácticas entren en relación no surgen cuando los criterios están firmemente fijados sino cuando las competencias son susceptibles de salir de sí mismas como forma de generar conexiones locales con diferentes prácticas, contextos y experiencias.
El décimo noveno número de JAR ofrece un nuevo y fascinante número de exposiciones de práctica como investigación:
Anette Baldauf et. al., Study of/as Commoning, explora los debates en torno a los comunes y las diferentes prácticas de los comunes como potenciales puntos de entrada para un repudio radical al neoliberalismo.
Emilio Angel Reyes Bassail, Memory as a Method for Filmmaking, desarrolla un método de realización cinematográfica que usa a la memoria autobiográfica como principio constructivo, difuminado en el proceso la línea que separa a la memoria de la imaginación.
Sofia Hallik and Darja Popolitova, Digitally Produced Jewellery: Tactile Qualities of a Digital Touch, investiga las cualidades intangibles del tacto en el campo de las artesanías digitales.
Julie Marsh, Site-integrity: A Dynamic Exchange Between Site, Artist, Device and Audience, propone la integridad del sitio (site-integrity) como metodología de trabajo que crea un involucramiento en el sitio aún más que las observaciones del mismo.
Julieanna Preston, Sounding Out Vacancy: Performing (anything but) Empty Space traduce las intenciones y la experiencia de su performance de 2014, Sounding Out Vacancy, como una pieza de escritura espacial.
Más allá de estas exposiciones, quisiera invitarlxs a echar un vistazo más detallado a nuestro espacio JAR Network en donde hemos incluido una nueva reflexión y seis nuevas revisiones de libros:
'Cuddling the Minotaur: Year One of the Tel Aviv Salon for Artistic Research’ por Gabriel S. Moses y Nitzan Chelouche.
Reseña del libro de Henk Slager, "The Pleasure of Research" [PT/EN] por José Quaresma.
Reseña del libro Christian Andersen and Søren Bro Pold, "The Metainterface. The Art of Platforms, Cities, and Clouds" [PT] por Yara Guasque.
Reseña de Paulo de Assis, ‘Logic of Experimentation: Rethinking Music Performance through Artistic Research’ por Ronald Bogue.
Reseña de Corina Caduff y Tan Wälchli (eds.), ‘Artistic Research and Literature’ por Tobias Servaas.
Reseña de Gemma Anderson, ‘Drawing as a Way of Knowing in Art and Science’ por Barbara Graf.
Reseña de Michael Schwab (ed.), 'Transpositions. Aesthetico-Epistemic Operators in Artistic Research’ por Theodor Barth.
Espero que puedan coincidir conmigo que, entre las exposiciones, las reflexiones y las reseñas de libros, un nuevo espacio con mayor documentación se está abriendo, no sólo para demostrar la amplitud de intereses y la intensidad de trabajo desarrollado, sino también para dar un sentido parcial de las dinámicas en juego en la investigación artística.
Michael Schwab
Editor en jefe