Editorial
Lxs investigadorxs artísticxs enfrentan la cuestión de la identidad de manera particular. Para empezar, nos hemos enfrentado constantemente al desafío de explicar la identidad de nuestro campo: ¿sigue siendo arte? ¿Es ciencia, incluso? En algunos países y regiones, la urgencia de este desafío ha disminuido mucho a lo largo de los años, pero, en otros, sigue siendo difícil ser reconocidx como investigadorx artísticx (y valoradx en consecuencia). Es en este sentido que debe darse la bienvenida a la recientemente formada Alianza para la Investigación Artística (Artistic Research Alliance)1, al igual que a las diversas iniciativas precursoras2, ya que en la práctica harán una diferencia.
Sin embargo, como han señalado lxs críticxs3, los llamados existentes en torno a definir la identidad de la investigación artística —a pesar de ser bien intencionados— resultan altamente problemáticos, puesto que las identidades incluyen pero también excluyen a personas, historias y prácticas relevantes. Igualmente problemático resulta el hecho de que esos llamados sean cuestionados recurriendo a otras identidades, en especial las de 'arte' y 'ciencia', ya que estas, históricamente, también han excluido a la vez que han incluido a personas, historias y prácticas relevantes. De hecho, parece que la reivindicación de una identidad siempre trae aparejada una separación que "corta" lo que algo es de lo que no es, cuestionando el orden de las cosas.
Tales reivindicaciones identitarias contienen la semilla de un conflicto que se experimenta en ambos lados, es decir, tanto en el de los incluidos como en el de los excluidos, aunque de diferentes maneras. Mientras que los incluidos pueden ser empoderados y normalizados, los excluidos pueden ser desempoderados y marginados, enfrentando a menudo riesgos que son muy reales. Conscientes de ello, como investigadorxs artísticxs también nos enfrentamos, en un segundo nivel, al desafío de establecer si nos identificamos con quienes ganan o con quienes pierden, dependiendo de la identidad que les toque voluntariamente o no. Nuestras propias identificaciones pueden ser contradictorias si, por ejemplo, como artistas solidarizamos con otros artistas en cuanto al precario espacio que ocupa el arte, pero sin que reconozcamos necesariamente las diferentes condiciones de trabajo que hacen del arte contemporáneo un lujo para muchxs.
Sin embargo, más allá de la superficie de la "identidad", las cosas no son necesariamente tan claras; la identidad no es sólo algo dado, sino también algo que está en cuestión y que necesita resolverse si se da el espacio para hacerlo. Sigue sorprendiendo la poca imaginación desplegada en todos los lados de la ecuación para investigar qué más podría ser la "investigación artística" fuera del "arte" y la "ciencia", como si tuviera que depender de alguna de estas dos identidades.
Como actividad fundamentalmente epistémica, la "investigación" está ineludiblemente implicada en el problema de la identidad, ya que no podrá establecerse lo que algo es antes de que haya sido. Si se atribuye algún valor a la noción de investigación, este valor sin duda debe residir en las cosas que aún no se han dado, aún no son reales y aún no se han nombrado. Si bien podríamos ver que la "investigación" acontece cuando surgen cosas nuevas y originales —cuando las viejas identidades son reemplazadas por otras nuevas—, también podríamos buscar fundamentar esta noción en un punto en el que los potenciales epistémicos están en su mayor apogeo, o sea, cuando las identidades se suspenden, posiblemente para ser reconfirmadas o reemplazadas. En este sentido, el espacio epistémico de mayor riqueza puede ser aquel en el que todo está en el aire, incluidas nuestras apreciadas nociones de 'arte', 'ciencia', 'práctica' o 'conocimiento'. ¿Quiénes seríamos, entonces?
Si bien no sugiero que un espacio de investigación que carezca de presuposiciones identitarias pueda mantenerse abierto (al menos durante mucho tiempo), parece posible diferenciar las articulaciones de la investigación en función de su grado de suspensión de la identidad, es decir, en función del grado de potencialidad epistémica que comparten. Estas articulaciones no consisten en los momentos de resultados que deban comunicarse —aunque también podrían hacerlo, más adelante—, sino en aperturas a través de las cuales podría conectarse lo que no se identifica. Porque, extrañamente, si no puedo saber qué es lo que está siendo, tampoco puedo saber lo que no es. Esto plantea la clara posibilidad de que, a pesar de todas las diferencias de disciplinas, culturas, épocas y contextos que tienen en su seno, las diversas exposiciones que publicamos necesitan relacionarse entre sí, y nosotrxs con ellas.
Si bien parece contradictorio asociar una revista académica con una tarea cultural de este tipo, esta parece ser la única opción, si nos tomamos en serio la investigación. Asumiendo esto, aunque podamos estar en desacuerdo con las diversas definiciones e identidades en juego, es posible que no queramos perder de vista lo que las motiva a todas.
- 1https://societyforartisticresearch.org/resources/leveraging-the-full-potential-of-artistic-research/
- 2The ‘Florence Principles’ on the Doctorate in Arts (2016) https://cdn.ymaws.com/elia-artschools.org/resource/resmgr/files/26-september-florence-princi.pdf, the Vienna Declaration on Artistic Research (2020) https://cdn.ymaws.com/elia-artschools.org/resource/resmgr/files/vienna-declaration-on-ar24-j.pdf, as well as the Proposed Changes to the Frascati Manual (2022) https://aec-music.eu/media/2022/06/Cover-Letter-to-OECD_NESTI.pdf
- 3Florian Cramer and Nienke Terpsma, 2021. ‘What is Wrong with the Vienna Declaration on Artistic Research?’ https://onlineopen.org/what-is-wrong-with-the-vienna-declaration-on-artistic-research Véase también: Henk Slager (ed.), 2021. The Postresearch Condition, Utrecht: Metropolis M Books, 2021.