Durante más de dos décadas, Marcela Armas ha indagado en las formas en que la energía y su uso indiscriminado sostienen la ética de un modelo social y las políticas que lo reproducen. Su obra, hecha de máquinas mecatrónicas, desarma la lógica capitalista de producción y consumo para desplegar artefactos que, en lugar de extraer, producen afectos y cuidan la vida. Su práctica rehúye la parálisis que el sistema totalizador pretende imponer y se afirma en una autonomía que no aísla, sino que habilita formas de coexistencia conscientes y regenerativas. En Guanajuato, su cotidianeidad encarna estas premisas: educación, sanación y nutrición autónomas como gestos de resistencia y reparación frente al embate contra la vida.
¿Que entendés/qué significa investigación artística?
La investigación artística es para mí un espacio de apertura y posibilidad, una práctica que me permite tocar territorios y temas que me interpelan. Es un modo de acercarme a la complejidad a través de conversaciones que integran una diversidad de agencias -más allá de lo humano-, que dan lugar a relatos, bitácoras y documentos que nos hablan del presente y de cómo habitarlo y comprenderlo con una actitud resiliente y esperanzadora.
Tiene la virtud de una plasticidad casi infinita: puede integrar la subjetividad, incorporar sin restricciones todo tipo de lenguaje o mediación con el mundo. Es un campo cuyos límites son borrosos, nómadas, flexibles o incluso inexistentes. A diferencia de otras formas de investigación que tienden a delimitar marcos cerrados, la investigación artística abre el pensamiento hacia una pluralidad de mundos y modos de conocimiento.

¿Cómo moldea la investigación a tu práctica?
La investigación en mi práctica es como andar por un camino inexplorado, un territorio desconocido al que me entrego con atención y disposición a escuchar cómo me habla ese hábitat. Suelo comenzar con cierta rigidez, con ideas preconcebidas, pero a medida que me adentro, el trayecto se llena de sensaciones, interpelaciones. Empiezan a aparecer otras voces, modos de habla, que se interiorizan en mí de forma profunda, hasta desencadenar -o incluso revivir- imágenes, afectos, recuerdos, que me permiten participar emotivamente de la realidad de otros.

¿Qué (tipos de) conocimientos produce tu práctica artística?
Integrar la experiencia y la conversación como espacios de conocimiento donde intervienen el afecto y la intuición. Observar desde otros puntos de vista, validar el espectro de la subjetividad, ampliar la significación y la comprensión de la escucha y la observación, escuchar la voz interna sobre lo que acontece en el mundo. Recobrar la autonomía en las prácticas de cuidado de la vida.
¿Qué métodos de investigación aplicas a tu práctica? / ¿Qué métodos artísticos aplicás a tu investigación?
Para mí el medio entraña la investigación, en proyectos pasados, el estudio de la mecánica, la electrónica, el fenómeno electromagnético, materiales específicos y sus posibilidades de articularse con el territorio. En el caso concreto de mi trabajo actual, estudio dos metodologías de observación de dos territorios complejos: la iridología para el análisis del iris humano y su relación con la salud y la cromatografía para el análisis de la vitalidad del suelo. La parte artística comienza con el encuentro de relaciones no habituales o no exploradas, en este caso, al poner ambas metodologías en relación y diálogo, para observar e interpretar de forma cruzada rastros y signos, escuchar relatos que parten del estado de la salud y la vida en el presente, y que emergen de la inherente conexión humana con el suelo. Mi trabajo ahora es más parecido a una investigación de campo documental que reúne una suerte de archivo sobre la diversidad de formas de relacionarse con el suelo.

Idea: Mariela Yeregui / Joaquin Macedo
Biografía
Marcela de Armas articula el arte con tecnologías, ciencias o saberes situados preguntándose sobre las relaciones humanas con la Tierra, considerándola como un entramado relacional en resistencia. Investiga lenguajes materiales en alianza con la complejidad y diversidad biocultural, buscando procesos de autonomía energética, alimentaria, organizativa, e implicando la recuperación y validación de saberes ancestrales y comunitarios.
Realizó estudios académicos en la Escuela de Artes Visuales en la Universidad de Guanajuato y en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia. Ha recibido el apoyo del programa Jóvenes Creadores del FONCA, Programa Arte-Actual Bancomer-MACG 2009, Programa de Apoyo a la Investigación en Nuevos Medios del Centro Multimedia del CENART. Recibió el Premio ARCO/BEEP de Arte Electrónico en la Feria Arco Madrid 2012. Participó en la Oncena Bienal de La Habana. Recibió el premio Incentivo a la Producción de VIDA 16.0 de Fundación Telefónica de España. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes 2016-2019. Su trabajo ha sido exhibido en México, Estados Unidos, Canadá, América del Sur, Europa, Rusia, China y la India.